God of the Poor, a prayer • Dios de los pobres, una oración
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by LeDayne McLeese Polaski
This is a prayer that I wrote originally on a trip to Nicaragua. I have since added a new section on the US, mostly my home city, Charlotte, NC. Each person or group mentioned is real – people or a person I have actually met. Let us pray.
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por LeDayne McLeese Polaski
Esta es una oración que escribí originalmente en un viaje a Nicaragua. Desde entonces, he agregado una nueva sección en los Estados Unidos, principalmente en mi ciudad natal, Charlotte, Carolina del Norte. Cada persona o grupo mencionado es real: personas o una persona que realmente he conocido. Dejanos rezar.
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God of the poor—these poor,
These farm workers poisoned by pesticides,
These ragged children playing
with cracked plastic balls,
folding roses out of palm branches
so they can offer us a gift,
These street vendors swaying under baskets
heavy with mangoes and corn,
These children playing in the dirt
in their out-of-place cast-off t-shirts,
ads for events and places
they cannot imagine,
These women gathering water
for the evening meal
in discarded Coke bottles,
God of these poor—
Who I have seen now with my own eyes,
Whom I have touched,
Who have touched me,
Who have offered me words
of blessing and welcome,
Who have called me “Hermana”,
God teach me what works my faith requires
now that I have seen, now that I know.
Show me how to love them truly
and accept their love.
Help me to be truly the Sister
they have claimed me to be.
God of the poor – these poor,
The man tucked into a concrete skyscraper niche,
huddled against the cold, trying to sleep;
The mother, her baby in one arm,
Searching the internet for an apartment she can afford;
The college student deciding between tuition and medication;
The innocent man released from Death Row, struggling for sanity and sustenance;
The parents fighting a school assignment that feels like a life sentence of poverty without parole;
The family packing up each night, moving from one Room in the Inn to another;
God of these poor – whom we see each day with our own eyes,
Whom we touch,
Who touch us,
Who offer us words of blessing or challenge,
Who call us “neighbors”
Teach us what our faith requires
Because we do see and we do know.
Show us how to love them truly and accept their love.
Help us be the Neighbors
They claim us to be.
Amen.
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Dios de los pobres, de estos pobres,
de estos campesinos envenenados por pesticidas,
de estos niños harapientos jugando
con pelotas de plástico rotas,
armando rosas con de ramas de palmera
para poder ofrecernos un regalo;
de estos vendedores ambulantes que se mecen
bajo el peso de las canastas
cargadas de mangos y de maíz;
de estos niños jugando en la tierra
con sus remeras agujereadas,
pensadas para anunciar eventos y lugares
que ellos ni siquiera pueden imaginar;
de estas mujeres juntando agua para la cena
en botellas descartables de Coca-Cola.
Dios de estos pobres
a quien he visto ahora con mis propios ojos,
a quienes he tocado,
que me han tocado,
que me han compartido
palabras de bendición y de acogida,
que me han llamado "hermana".
Dios, enséñame las obras que mi fe me demanda
ahora que he visto, ahora que he conocido.
Muéstrame cómo amar a estas personas
y a aceptar su amor con sinceridad.
Ayúdame a ser verdaderamente la hermana
que me han dicho que soy.
Dios de los pobres, de estos pobres,
del hombre metido en el hueco de un rascacielos de hormigón,
acurrucado para vencer al frío, tratando de dormir;
de la madre, con su bebé en un brazo,
buscando en internet un lugar que pueda pagar;
del estudiante universitario decidiendo entre su matrícula y su medicación;
del hombre inocente liberado del corredor de la muerte, luchando por recuperar la cordura
y lograr el sustento;
de los padres luchan con una asignación escolar
que se siente como una cadena perpetua de pobreza sin libertad condicional;
de la familia empacando cada noche, trasladándose de una habitación de la pensión hacia otra;
Dios de estos pobres,
a quienes vemos cada día con nuestros propios ojos,
a quienes tocamos,
quienes nos tocan,
quienes nos ofrecen palabras de bendición o nos desafían,
quienes nos llaman "prójimos",
enséñanos lo que nuestra fe nos demanda
porque sí vimos y sí sabemos.
Muéstranos cómo amarlos verdaderamente y cómo aceptar su amor.
Ayúdanos a ser los prójimos que ellos reclaman que seamos.
Amén.
Trad. Gerardo Carlos C. Oberman
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