Stories of solidarity in times of COVID-19 • Historias de solidaridad en tiempos del COVID-19

 
 

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La Posta gave food and dessert to children who did not celebrate due to health contingency

by Hortensia Azucena Picos Lee
Information from the newspaper El Sol de Tampico

COVID-19 has brought us truly unprecedented times that no one saw coming. Apparently overnight, the world as we knew it changed.

Amid fear, uncertainty, and rapidly changing information, there are many inspiring stories of everyday heroes who have restored faith in humanity. Emerging from chaos and confusion, the "common people" have given all the goodness in their hearts, and have even given their lives!

As is often the case in a crisis, this coronavirus pandemic has revealed the true character of many people. Although there are many negative and discouraging stories, there are also countless inspiring stories that have emerged in the past few weeks of people doing what they can to help others, including neighbors and friends, as well as complete strangers. One of those inspiring stories occurred in the city where I live: Tampico, Tamaulipas, Mexico.

On Thursday, April 30 and for the sixth consecutive time, the seafood restaurant "La Posta" delivered food to people affected by the effects of the Covid-19 pandemic and, on this occasion, dedicated something special to the boys and girls on the occasion of Children's Day, who gave them a bag of sweets and a cake for dessert.

Hundreds of people people who have lost their employment due to the Covid-19 pandemic come to the restaurant for these weekly food donations.

The business owner Alfredo Villanueva Zúñiga, accompanied by his wife Ana María Guerrero Ortiz, reported, "We do it with all our heart and with the support of friends, employees and families who have shown solidarity with people who do not have a fixed income. Everything is to help the people who are living hand to mouth.”

The power of goodness is very broad, it has the quality of keeping us in touch with ourselves and making us focus our attention on the well-being of others. It can arise in each of the human interactions through solidarity, service, consideration and also compassion.

This pandemic that affects everyone requires us to use the power of goodness.

Those of us who can stay isolated in our homes can capitalize the time to live in peace with our families, while finding ways to help others. To spread love also towards our neighbors, reaching out to those who need it. There is always the possibility of bringing out the best in us and ourselves, being friendly, hospitable, fraternal and supportive beings.

Let us remember the words of the apostle Paul, who says in Romans 12:18 (NIV), "If it is possible, as far as it depends on you, live at peace with everyone." And also those of our Lord Jesus Christ, in Mark 9: 39-41 (NIV):

“no one who does a miracle in my name can in the next moment say anything bad about me,  Truly I tell you, anyone who gives you a cup of water in my name because you belong to the Messiah will certainly not lose their reward.”

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La Posta regaló comida y postre a niños que no celebraron por contingencia sanitaria

por Hortensia Azucena Picos Lee
Con información tomada del periódico El Sol de Tampico

 El COVID-19 nos ha traído tiempos realmente sin precedentes que nadie vio venir. Aparentemente de la noche a la mañana, el mundo tal como lo conocíamos cambió. 

En medio del miedo, la incertidumbre y la información que cambia rápidamente, hay muchas historias inspiradoras de héroes cotidianos que han restaurado la fe en la humanidad. Surgiendo del caos y la confusión, la “gente común” ha dado toda la bondad que hay en sus corazones, ¡e incluso ha dado sus vidas!

Como suele ser el caso en una crisis, esta pandemia de coronavirus ha revelado el verdadero carácter de muchas personas. Aunque hay muchas historias negativas y desalentadoras, también hay innumerables historias inspiradoras que han surgido en las últimas semanas de personas que hacen lo que pueden para ayudar a otros, incluidos vecinos y amigos, así como a completos extraños. Una de esas historias inspiradoras ocurrió en la ciudad en donde vivo: Tampico, Tamaulipas, México. A continuación la relato.

El jueves 30 de abril y por sexta vez consecutiva, el restaurante de mariscos "La Posta" cumplió con la entrega de alimento a las personas afectadas por los efectos de la pandemia por el Covid-19 y, en esta ocasión, dedicó algo especial a los niños y niñas con motivo del Día del Niño, a quienes les entregó una bolsita de dulces y un pastelito como postre.

El evento se llevó a cabo a la una de la tarde de este jueves en el local ubicado en calle General San Martín, dónde está el restaurante, al que asistieron alrededor de medio millar de personas que han resultado afectadas por los efectos colaterales de la pandemia del Covid-19, pues han perdido su fuente de empleo.

El dueño del negocio Alfredo Villanueva Zúñiga, acompañado de su esposa Ana María Guerrero Ortiz, informaron que el menú para este sexto jueves de donación de alimentos fue ensalada de pollo y pasta, lo cual fue aceptado por los cientos de gentes que aceptaron gustosos está ayuda por parte de personas altruistas. Ellos agradecieron mucho la comida y este gesto de verdadera solidaridad.

Además, los entrevistados informaron "lo hacemos de todo corazón y con el apoyo de amigos, empleados y familiares quienes se han solidarizado con la gente que no tienen un ingreso fijo y todo es bajo una causa de ayudar a nuestra gente que está al día".

El poder de la bondad es muy amplio, tiene la cualidad de ponernos en contacto con nosotros mismos y de hacernos centrar la atención en el bienestar de los demás. Puede surgir en cada una de las interacciones humanas a través de acciones solidarias, de servicio, de consideración y también de compasión.

Esta pandemia que a todos afecta exige que utilicemos el poder de la bondad.

Quienes podemos mantenernos aislados en nuestras casas podemos capitalizar el tiempo para convivir en paz con nuestras familias, encontrando al mismo tiempo formas de ayudar y de apelar al amor para darle sentido a nuestra coexistencia. Derramar el amor también hacia nuestros prójimos, tendiendo la mano a quienes lo necesitan. Siempre hay la posibilidad de sacar a flote lo mejor de nosotras y nosotros mismos, ser seres amistosos, hospitalarios, fraternales y solidarios.

Recordemos las palabras del apóstol Pablo, que dice en Romanos 12:18 (RVR 1960), “si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” Y también las de nuestro Señor Jesucristo, en Marcos 9:39-41 (RVR 1960):

“porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.  Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.”

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