The God of the Unexpected • El Dios de lo Inesperado

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by Doris Garcia Rivera

Hagar at the desert, Jacob fights an enemy, Rahab faces spies, David prays for his son, Job’s illness, Saul’s zealotry against Christians, Jesus’ cross.

In the face of the unexpected anything can happen.

Hagar encounters an Angel when she expected to die together with her child; and became mother of a nation.

Jacob encounters an enemy, fighting till dawn; and became a new person, with a new name. 

Rahab hid the enemy spies; and became the great, great grandmother of Jesus. 

David begged God for his son’s life; the baby died and later Solomon was born. 

Job lost everything and encounters God in the storm, his eyes were opened.

Saul’s zeal encountered Jesus and became the Apostle of the gentiles. 

Jesus’ curse at the cross became our salvation and hope.

Facing COVID 19 our lives and deaths have been changed, our futures muddled, our plans disordered. Much like the children of “A Series of Unfortunate Events,” unexpected things have happened. 

I will like to share some thoughts with you. 

We have been confronted with the unexpected – being locked safe at home but unemployed. Being sick at home or unable to be with our loved ones. Being tired and anxious facing infection through our work or service or impatient with our children at home. We fear the uncertainties and our lack of control.    

Yes, a lot of unexpected things are going on… and it occurred to me that as we approach a different Mother’s Day, it was important to remember that this celebration was born because two women - Julia Ward Howe in 1872 and Anna Jarvis in 1908 did the unexpected. They decided to honor women peacemakers – they recognized the worth and value of pacifist mothers against war and mothers addressing public health issues.

As we face COVID 19 but also hunger, domestic violence, the loss of our loved ones and hopelessness, we grief. Even when millions of health workers fight to keep our families alive and millions other serve us every day in so many ways, we also face other enemies behind this virus - the inequity, the structural racism, the political and economic power struggles and deep down our lack of love and solidarity. 

Amidst so many unexpected situations, we might say these things are good for some or bad for others. But this is a folly thought for we have no way to know what the future holds.

And yet, the witness of these biblical characters’ faith and these women commitment to justice, give us reasons to celebrate peace-making and the value of life. They help us remember that our God moves amidst the unexpected opening our eyes to new realities and the fact that we are not alone. Amidst the unexpected, our faith opens the space to celebrate life, friendship & trust. To be grateful for our family & community. To remember that Grace is everywhere and at work in unexpected places and people. 

We pray that the God of the unexpected give us all the strength to hope, the courage to work for peace and the trust to believe; for anything can happen!

The Baptist Peace Fellowship of North America – Bautistas por la Paz holds you in our prayers and keeps working to support peacemakers in their passion to build peace and justice.

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por Doris Garcia Rivera

Agar en el desierto, Jacob lucha contra un extraño, Rahab se enfrenta a espías, David agoniza en oraciones por su hijo, la enfermedad de Job, la mudez de Zacarías, el celo de Saúl contra los cristianos, la cruz de Jesús.

Ante lo inesperado puede pasar cualquier cosa.

Agar se encuentra con un ángel cuando esperaba morir con su hijo; y se convirtió en madre de una nación.

Jacob se encuentra con un enemigo, luchando contra él hasta el amanecer; y se convirtió en una nueva persona, con un nuevo nombre.

Raab la ramera escondió espías enemigos; y se convirtió en la tatarabuela de Jesús.

David rogó a Dios por la vida de su hijo; y el bebé murió.

Job perdió todo y se encuentra con Dios en la tormenta, sus ojos se abrieron.

Zacarías se encuentra con Gabriel que lo silenció durante nueve meses; hasta que su esposa estéril dio a luz.

Frente al COVID 19, nuestras vidas y muertes han cambiado, nuestro futuro se ha vuelto confuso, nuestros planes desordenados... parecido al programa de “una serie de eventos desafortunados” estamos pasando por situaciones inesperadas. 

Quisiera compartir unos pensamientos con ustedes. 

Nos enfrentamos a lo inesperado: estar encerrados en casa pero desempleados. Estar enfermos en casa o no poder estar con nuestros seres queridos. Estar cansadas y ansiosos de frente al contagio por nuestro trabajo o servicio. Tememos las incertidumbres en nuestro horizonte.

Sí, están sucediendo muchas cosas inesperadas ... y se me ocurrió que a medida que nos acercamos a un Día de Madres diferente, era importante recordar que esta celebración nació porque dos mujeres, Julia Ward Howe en 1872 y Anna Jarvis en 1908 hicieron lo inesperado. Decidieron honrar a las mujeres pacificadoras: reconocieron el valor y el valor de las madres pacifistas contra la guerra y las madres que abordaron problemas de salud pública. 

Nos enfrentamos a COVID 19, pero también al hambre, a la violencia domestica, a la perdida de seres queridos y nos dolemos. Incluso cuando millones de trabajadores de la salud luchan por mantener con vida a nuestras familias y millones de personas nos sirven todos los días de muchas maneras, también enfrentamos los enemigos detrás de este virus - la inequidad, el racismo estructural, las luchas de poder político y económico, y en el fondo nuestra falta de amor y solidaridad. 

En medio de tantas situaciones inesperadas, podríamos decir que estas cosas son buenas para algunos o malas para otros. Pero esto es una locura, porque no tenemos forma de saber qué depara el futuro.

Por eso, el testimonio de la fe de estos personajes bíblicos y del compromiso de estas mujeres con la justicia, nos dan razones para celebrar la paz y el valor de la vida. Nos ayudan a recordar que nuestro Dios se mueve en medio de lo inesperado y que abre nuestros ojos a nuevas realidades y al hecho de que no estamos solos. En medio de lo inesperado, nuestra fe abre el espacio para celebrar la vida, la amistad y la confianza. Para estar agradecidos por nuestra familia y comunidad. Para recordar que la Gracia está en todas partes y en acción en lugares y personas inesperadas.

Oramos para que el Dios de lo inesperado nos dé la fuerza para esperar, la valentía para trabajar por la paz y la confianza para creer; porque ¡cualquier cosa puede pasar!

La Comunidad de los Bautistas por Paz les tiene en oración y sepan que seguimos trabajando para apoyar a los pacificadores en su llamado para  construir la paz y la justicia.

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